domingo, 4 de julio de 2010

Manifiesto del Fractalismo, por Eva Neuer

Manifiesto del fractalismo

Se propone designar como "Fractalismo" a un modo de entender al mundo y una actitud vital subyacente hoy en las acciones de muchas personas. El término se derivó del concepto matemático de "fractal". Un fractal es, a estos efectos, una figura o entidad caracterizada porque cualquier sección de ella que se seleccione, independientemente del tamaño o escala, es enteramente igual al todo, lo contiene y lo replica en todas sus características y complejidad.


Resulta fractalista aquel que:


- Siente que todo el mundo está contenido en sí mismo, hoy. Que está en sí todo lo que es, lo que fue y lo que será, lo que pudo ser y lo que no será. Lo tangible y lo intangible, y lo que cualquiera imaginó o imaginará. Siente que somos todo lo que hay, que no somos separables del todo; y lo que hubo, que está presente en nosotros como producto; y lo que habrá, que es nuestro potencial. Y también lo que no habrá, por nuestra voluntad u omisión.


- Siente que, como nada existe que no esté en sí, lo que no esté en sí, no existe. Por eso, se sabe responsable de dar existencia en su interior al todo, al mundo entero. O de quitarla. Porque lo que uno deje fuera de sí, no estará en su afuera, y lo que uno ponga en su interior lo estará poniendo en el mundo, de todos.


- Siente que cualquier cambio en sí mismo aparece y se reproduce automáticamente en cualquier otra escala, incluida la del mundo; que la vía para cambiar el mundo es cambiarse uno mismo. Sea uno consciente de ello y lo use, o no. Sabe que el cambio global no requiere sumatorias de individuos, ni sistemas organizativos o normativos, sino que pasa por el trabajo interior.


- Siente que cada acción sobre lo externo y concreto, en la vida cotidiana, en el empleo, en las relaciones con los otros, en los ratos de ocio, es un ejercicio de aplicación para el trabajo interior; sabe que todo producto de esas acciones será también él mismo.


- Siente el sentido del caos. Como sabe que en un fractal no hay partes, valora el pequeño orden grosero que se asocia a la idea de partes relacionadas en un conjunto o sistema, y que se traduce en la construcción de estructuras sociales externas a la persona, jerárquicamente organizadas según criterios cuantitativos, como un sucedáneo incompetente del otro orden, ya dado, automático, que estaría en la esencia fractalista de la totalidad. Siente que el objetivo real del cambio, el valor rector, no es el logro de un orden óptimo entre partes, sino la diversidad, la generación e intercambio de información, la entropía y su potencial para la transformación cualitativa, que es la cara positiva del caos. Asume la virtud torpe del orden voluntarista y la connotación disipativa y maligna del caos como subproductos de visiones no fractalistas.


- Siente que donde no hay partes, tampoco hay oposición, ni competencia, ni conflicto; sabe que todo enfoque contra algo, es contra sí mismo. No destruye, no combate, no elimina; busca sintonías, crea, agrega, transforma.


-Siente que incluye y administra en sí y desde sí lo bueno y lo malo, lo mejor y lo peor.


-Siente que lo que sucede fuera, con cada uno de los otros, sucede dentro; que el mal en el interior del vecino lo envilece, que la santidad de un ser anónimo en las antípodas lo santifica. Y que sus propias acciones manchan o elevan tanto su ser interior como el de su mal vecino o el del santo remoto y desconocido.


-Siente que existe en todas las cosas y los seres, que es uno con ellos; que su destino es también el de las piedras y los árboles, los animales y las estrellas.


- Siente el deber de ser todo lo que es, de realizar, en cada momento, la perfección que contiene. Sabe que cada día es una vida entera, y una historia del cosmos.


- Siente que Ser, puede ser no ser; que asumir la unidad implica reformular la propia identidad. Y que estamos siendo sólo lo que creemos ser.


- Siente que si hoy es humano, tal vez ayer fue piedra, y quizás mañana sea dios; que si hoy es tanto de espíritu y cuánto de materia, eso es sólo un momento de sí, una de las infinitas configuraciones posibles de ese todo que contiene. Y que ninguna de las posibilidades es mejor que las otras, porque en cada una están presentes todas las demás.


Es fractalista aquel que no se siente impotente por ser sólo uno, que no cree que el alcance de sus acciones dependa del tamaño o poder del grupo que integre, que no cifra sus esperanzas en cambiar a los demás, o en ganar poder sobre los otros. Porque sabe que siendo todo uno, no hay partes, no hay ni jerarquías ni otros, y el único poder real es, entonces, el que tiene sobre sí mismo.


Es fractalista todo aquel que sabe que lo que haga de sus relaciones, de las cosas y los ambientes que lo rodeen, será lo que haga de sí. Que su relación con lo que lo rodea es su relación consigo mismo, que haciendo se hace, dañando se daña, mirando se ve. Y que también es administrado por lo que lo rodea; y que también el mundo se mira en él.


Es fractalista el que sabe fractal a quien no se siente fractalista, y que respeta y aprecia ese no sentir, como una zona más de sí.


Es fractalista gente del pasado, del presente y probablemente del futuro.


Está en la vía del fractalismo aquel que no olvida ponerse en el lugar del otro antes de decidir sus acciones, el que trata de ver lo que el otro ve, aunque no lo comparta, el que no ve en el otro un Otro externo, un enemigo, sino un reflejo de alguna parte de sí que tal vez no desearía reconocerse; el que no separa la materia del espíritu, ni jerarquiza con soberbia entre las cosas, los seres y los dioses, o entre el Hombre y el resto; el que se ofrece como zona de interacción entre portadores de diversidad.


No es fractalista el que luche por imponer al resto su fractalismo, por convencer o evangelizar; el que crea que su punto de vista es el óptimo, que su visión debe ser la del mundo, porque es la correcta, la mejor, la necesaria, la unanimidad del futuro...o porque el mundo es él. Ni el que espere por lo que hagan los demás, o crea que son los otros los que deben cambiar para que todo mejore, y que nada se puede hacer hasta entonces. Cada uno es el todo, pero desde espacios, momentos o nodos diferentes. Cada uno es un mundo. Cada uno, es cada uno.


La visión fractalista puede reencauzar al mundo sin necesidad de líderes, ni de figuras, ni de teorías y discursos inflamados, ni de gobiernos, instituciones u organizaciones; simplemente a través de la autogestión, reordenando la propia vida de cada uno, anónimamente.

No requiere formar un movimiento, ni combatir otras visiones, ni instituirse como modelo.


Por eso, lo que aquí se pretende es apenas una referencia inicial, necesariamente somera, para no perder la amplitud y abarcatividad de lo difuso en el molde reduccionista de las palabras. Para aquellos que se sientan identificados o comprendidos por la actitud descrita, el llamado será, en todo caso, a pasar dentro de sí ésta visión, de sentimiento difuso, impreciso, débil por su propia indefinición, a fuerza y postura vital capaz de direccionar las propias acciones, alineando ideas y sentir, en sus respectivas disciplinas, campos o vivencias. Y a armonizar desde ella su lectura de las acciones de aquellos que no se sienten incluidos.


Aquí no puede haber respuestas. El fractalismo, como simple actitud, sólo puede ser un principio de búsqueda, una fuente de preguntas.Así, por ejemplo: ¿cómo podría ser una arquitectura fractalista? ¿cómo transformaría las elecciones o valoraciones al respecto ésta visión?¿Y una política? ¿Cuáles serían los criterios de gobierno desde una postura filosófica fractalista? ¿Y una economía? ¿Qué políticas, economías, literaturas o pinturas fractalistas ya existen, o es posible generar? ¿Cómo dialogarían con las no fractalistas? ¿Qué otras preguntas valdría la pena formular?

domingo, 9 de mayo de 2010

LA EQUIDAD DE GÉNERO NO EXISTE

La mujer empezó a revelarse en los países considerados como primer mundo, al igual que otros grupos de marginados, en los años sesenta. Al mismo tiempo que se luchaba por suprimir de las leyes el racismo y la discriminación por cuestiones de preferencia sexual, también las mujeres lucharon por obtener la igualdad y librarse del yugo del sexismo, una carga que implica, al igual que las mencionadas, una autoconcepción inferior en comparación a otros miembros de la sociedad.
Se podría decir que la victoria se ha logrado, ya que, al menos aquí en México, la ley, de manera expresa decreta la igualdad de género y establece que el sexo, la raza y la religión no serán motivo de discriminación. Sin embargo debemos recordar que la ley es algo abstracto y subjetivo, no material, y que la idiosincrasia del pueblo ha evolucionado sutilmente en los últimos doscientos años (ya que siguen existiendo los mismos problemas), en esencia es la misma y aunque el sistema legal evolucione, la mentalidad de las personas no evoluciona a la par.
Socio-culturalmente seguimos siendo primitivos, aquellas conductas que son características del "humano" como la creatividad, la empatía, la solidaridad etc.. son las conductas que rara vez encontramos en el perfil del individuo común y corriente, lo que si encontramos es el egoísmo, el condicionamiento y los prejuicios. La evolución de la especie se encuentra en desarrollar esas cualidades que nos separan de esas conductas nocivas y del medio de vida primitivo en el que nos encontramos inmersos, la ley del mas fuerte sigue vigente y se manifiesta claramente a través de la economía.
Me doy cuenta de que la forma de pensar y de ver la vida de la mayoría no ha cambiado en esencia, en lo respectivo a este tópico, cuando una mujer es insultada (es llamada "puta" y demás) y discriminada por ejercer su libertad sexual, también me doy cuenta porque no es extraño que aparezca en las noticias que una mujer o una niña fue violada, torturada y muerta.
Me doy cuenta por la situación de Ciudad Juárez, lugar en el que, el gobierno (que ya sabemos que no sirve para nada más que para explotar y saquear a personas honradas) ha dejado impune cerca de 500 homicidios de mujeres que fueron también abusadas sexualmente y que además, las autoridades han justificado el estado de inseguridad argumentando que esas mujeres eran prostitutas, cuando no lo eran, eran obreras, estudiantes y madres jóvenes. Y si hubieran sido prostitutas, ¿qué? ¿acaso su vida vale menos? estoy segura que vale más que la de un político, que defrauda a millones de personas, mientras que la prostituta solo se daña a ella misma.
Estamos mal porque no valoramos la moral, somos esclavos del materialismo, una persona que ha acumulado una fortuna a base de fraudes y de opresión, es respetada y todos se inclinan ante su dinero, y una persona que no tiene lo básico para un nivel de vida digno es repudiada.
Seguimos igual que hace doscientos o más años, sigue existiendo el racismo, la homofobia y la misoginia.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Anarkismo y año 2012

Antes de escribir mi primera entrada, quiero puntualizar que he iniciado este blog con la finalidad de perfeccionar mi redacción y de expresar mi opinión, fundada o no, acerca de diversos temas, sobre todo temas contraculturales.

Favor de tomar en consideración que soy una principiante y que he escrito pocas cosas.

ANARKISMO Y AÑO 2012

El tema apocalíptico del año 2012 se ha convertido en el argumento central de una película del mainstream y de programas de televisión, debido a que su popularidad se incrementa a medida que se acerca la fecha.

Siempre he pensado que es necesario un cambio radical en la forma en que vivimos y en los esquemas que definen nuestras prioridades, pero no por esto he sido una persona que espera que en esta fecha ocurra de manera espontánea un despertar colectivo de la conciencia que genere ese cambio radical. Personalmente opino que ese "despertar" no puede ser ni espontáneo ni colectivo, porque requiere de una disciplinada trayectoria personal que desemboque en ese resultado completamente excento del factor casual.

Sabemos que hacer el bien no es fácil, y que quien tiene esta intención se enfrenta contra enemigos inimaginablemente poderosos que controlan la economía y la política globales y que impiden el avance moral o espiritual de la humanidad con sus inventos enajenantes, por lo que mi forma de interpretar lo que podría llegar a ser ese "despertar de la conciencia colectivo" es que, como consecuencia de un cataclismo, sucediera una depuración en nuestra especie.

Tomando en cuenta lo anterior me encontré deseando que ocurriera un desastre natural de escala global, un desastre como el que profetiza Patrick Geryl en su libro "La Profecía de Orión", en el que pronostica que un chorro de energía proveniente del centro de la galaxia invertirá los polos terrestres, y que tormentas solares de magnitudes nunca vistas afectarán el campo magnético de la tierra, lo que tendrá como consecuencia el deterioro de chips y el desplome tecnológico.

Me encontré anhelando internamente el caos, un caos que diera origen a la anarquía, el derrumbamiento del sistema económico, financiero, explotador, depredador, legal, etc. Un caos en el que no exista un lider que pueda "brindar" seguridad a la población desorientada, población que tendrá por fuerza de circunstancias que tomar decisiones propias que recaerán únicamente en su voluntad, porque no hay reglas de ningún tipo.

Una depuración y un saneammiento sociales que acaben con lo preestablecido, con los condicionamientos que limitan el autoconocimiento y la comprensión al prójimo, una nueva sociedad donde un sexo no domine sobre otro, en la que se erradique la violencia y vibremos a la par de la tierra...

Tal destrucción es necesaria para poder emerger como una raza cósmica positiva, podremos regresar al origen de la civilización y evolucionar a partir de ahi, habiendo ya vencido y dejado atrás el primitivismo. Mientras subsita el sistema, no conoceremos la libertad.